La tarea de los gerentes es optimizar el rendimiento de los cursos, lo que implica centrar la atención en la efectividad, no en la eficiencia. Este criterio no pregunta cómo haremos mejor esto o aquello, sino cuál producto y/o mercado aportan resultados económicos extraordinarios. Esto no significa que la eficiencia no importe, pero aún la empresa más eficiente no puede sobrevivir si es eficiente en lo que no corresponde, es decir si no es eficaz.


La efectividad es el fundamento del éxito: la eficiencia es la condición mínima de supervivencia después de alcanzado el éxito. La eficiencia se ocupa de hacer bien las cosas, la efectividad de hacer las cosas que corresponden.


La primer tarea del gerente es ser efectivo en aquellas pocas actividades que representan la mayor parte de los resultados, la segunda tarea es acercar a la empresa a la realización total de su potencial.